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Los Reyes inauguran en España el mayor telescopio infrarrojo del mundo


LA PALMA, España (AFP) - El Gran Telescopio Canarias (GTC), el mayor telescopio óptico-infrarrojo del mundo, fue inaugurado oficialmente el viernes en la isla de La Palma, en el archipiélago canario, por los Reyes de España y por representantes de México, país socio del GTC.
Este telescopio ultramoderno, situado en el observatorio del Roque de los Muchachos, a 2.400 metros de altura, dispone de un espejo circular de 10,4 metros de diámetro que le permitirá observar lejanas galaxias o buscar planetas desconocidos en el universo.
Se trata de "la mayor máquina del tiempo del planeta", con una "capacidad de visión insólita, equivalente a cuatro millones de pupilas humanas", según el promotor del proyecto, el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).
El GTC es "una clara demostración de la capacidad científica y tecnológica de nuestro país y estimula nuestros crecientes esfuerzos en I+D+I", afirmó el rey Juan Carlos I.
Se trata además de "la mayor infraestructura científica jamás construida en España", que actualmente es "la novena nación científica del mundo y la octava en astronomía", por detrás de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania y Japón, entre otros, según la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia.
En la ceremonia participaron el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro, y director del Instituto de Astronomía de la UNAM, José Franco.
México y Estados Unidos son los socios de España en la construcción y funcionamiento del GTC, que ha costado 104 millones de euros, aportados en un 90% por España, ayudada por fondos europeos, y en un 10% por ambos socios.
En contrapartida, los astrónomos mexicanos y los de la Universidad de Florida podrán utilizar el 5% del tiempo anual de observación en el GTC.
La colaboración entre México y España, que se inició con la firma de varios acuerdos en 2001, se extiende además a la creación de varios de los instrumentos con que estará dotado el telescopio.
El primero en instalarse y el único en funcionamiento por ahora, Osiris, es de factura hispano-mexicana.
El Instituto de Astronomía de la UNAM y el Instituto mexicano de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) están fabricando "Frida", en homenaje a la pintora mexicana Frida Kahlo.
Frida es el cuarto instrumento óptico de que se dotará el telescopio, que se instalará en 2010 y se servirá de la novedosa óptica "adaptativa" para observar el cosmos sin ser molestado por las turbulencias atmosféricas.
La colaboración con la comunidad científica mexicana incluye el interés español por el telescopio milimétrico que México está construyendo actualmente.
El GTC supera las dimensiones de los Keck estadounidenses, instalados en Hawai, los cuatro VLT europeos instalados en Chile y los Gemini chileno y hawaiano, entre otros.
Según su director, Pedro Alvarez, el GTC, que comenzó a funcionar parcialmente en marzo, será el mayor de la próxima década.
Su objetivo es "descubrir cosas aún sin descubrir", y más concretamente encontrar planetas fuera del sistema solar, explorar las galaxias, analizar los agujeros negros, el nacimiento de estrellas y buscar planetas donde hay vida, entre otras tareas.
La isla de La Palma, situada en el océano Atlántico, también aspira a albergar dentro de una década el futuro telescopio europeo gigante E-ELT, para lo cual compite con el norte de Chile.

Analizan cómo los niños se vuelven bilingües tan fácilmente


WASHINGTON (AP) - La mejor edad para aprender un idioma extranjero: Entre el nacimiento y los siete años. ¿Se perdió usted esa ventana de oportunidad?
Una investigación nueva está mostrando cómo es que los cerebros de los niños se pueden volver bilingües con tanta facilidad, descubrimientos que los científicos esperan que a la larga pudieran ayudar al resto de la población a aprender un idioma adicional de una manera un poco más sencilla.
"Pensamos que la magia que aplican los pequeños a esta situación de aprendizaje, algunos de los principios, puede ser importada a programas de aprendizaje para adultos", dice la doctora Patricia Kuhl, de la Universidad de Washington, quien forma parte de un equipo internacional que ahora intenta convertir esas lecciones en una tecnología más pedagógica.
Cada idioma utiliza un grupo de sonidos único. Los científicos saben ahora que los bebés nacen con la capacidad de distinguir todos ellos, pero tal habilidad comienza a debilitarse antes de que comiencen a hablar, al primer año de edad.
Kuhl ofreció un ejemplo: los japoneses no distinguen entre los sonidos "L" y "R" del inglés: "rake" (rastrillar) y "lake" (lago) les sonarían igual. Su equipo comprobó que un niño de siete meses en Tokio y uno de la misma edad en Seattle responden igual a esos sonidos diferentes. Pero a los 11 meses, el pequeño japonés había perdido mucha de esa capacidad.
¿Cómo se le realiza una prueba de esta naturaleza a un bebé? Siguiendo su mirada. Se hace aparecer un muñeco por un lado o por el otro cuando se produce un sonido particular. El bebé aprende rápidamente a mirar hacia el lado en que él o ella escucha un sonido nuevo, pero similar. Encefalogramas no invasivos documentan cómo procesa el cerebro el lenguaje y cómo lo guarda en la memoria.
El dominar nuestra propia lengua interfiere con el aprendizaje de un segundo idioma, uno menos familiar, sugiere la investigación de Kuhl. El cerebro desecha sonidos que no concuerdan.
"Uno está construyendo una estructura cerebral que encaja perfectamente para el japonés, inglés o francés", según cual sea su idioma materno, explica Kuhl; o, si uno es un niño con suerte, un cerebro con dos conjuntos de circuitos neurales separados dedicados a dos idiomas.
Es notable que los bebés que son criados en un ambiente bilingüe _a través de simplemente hablarles en dos idiomas_ pueden aprender ambos en el tiempo que toma a la mayoría de los bebés aprender uno. En promedio, los niños monolingües y bilingües comienzan a hablar a la edad de un año y pueden decir aproximadamente 50 palabras a los 18 meses de vida.

Descubren una "cicatriz" gigante en la superficie de Júpiter


CANBERRA (Reuters) - Un gran cometa o asteroide chocó contra Júpiter, y la zona de impacto cubre una superficie del tamaño de la Tierra, según muestran imágenes captadas por un astrónomo aficionado australiano.
El Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL, por su sigla en inglés) de la NASA confirmó el descubrimiento utilizando su gran telescopio infrarrojos en la cumbre del Mauna Kea en Hawái, dijo el programador informático Anthony Wesley, de 44 años, que descubrió la zona de impacto mientras miraba las estrellas en su casa.
La noticia del hallazgo de Wesley con un telescopio reflector de 37 centímetros en su jardín ha asombrado al mundo de la astronomía, y los científicos dicen que el impacto durará sólo unos días más.
Wesley dijo que tardó 30 minutos en darse cuenta de que un punto negro que giraba en las nubes de Júpiter el 19 de julio era en realidad el primer impacto observado por astrónomos desde que un cometa colisionó con el planeta gigante en julio de 1994.
"Pensé que probablemente sería simplemente un punto oscuro de una tormenta polar normal", dijo en su página web www.acquerra.com.au/astro.
"Sin embargo, mientras giraba más y mejoraban las condiciones de visión de repente me di cuenta de que no sólo era oscuro, era negro en todos los canales, lo que significaba que era realmente un punto negro", dijo Wesley desde su casa en Murrumbateman, al norte de Canberra.
Las fotografías muestran la zona de impacto, o "cicatriz", cerca de la región polar sur de Júpiter, con gases visibles en imágenes infrarrojas.
"Hemos tenido una suerte extraordinaria de estar mirando Júpiter en el momento adecuado, la hora adecuada, el lado adecuado de Júpiter para presenciar el acontecimiento. No podíamos haberlo planeado mejor", dijo el científico del JPL Glenn Orton al diario Sydney Morning Herald.
Orton confirmó que el punto era una zona de impacto y no un acontecimiento meteorológico localizado en la serpenteante